Vamos a preparar las bancadas. Hemos cortado un metro y medio de un tablón de abeto. Cepillamos una cara y sobre ella escuadramos los cantos. Tenemos que sacar tres tablas de dos centímetros de grueso y veinte de anchura. Con la cara cepillada contra la guia damos un corte con la máxima profundidad que nos permite el disco de sierra. Giramos la pieza apoyando contra la mesa el otro canto y volvemos a cortar. Arrancamos la sierra de cinta y pasamos la hoja por el centro de los cortes. Ya tenemos una de las tablas. Repetimos el proceso para sacar las otras dos. Así quedan después de cepillar las marcas dejadas por la sierra.
Vamos a preparar una plantilla para conocer el tamaño y forma exacta de una de las bancadas. Cogemos dos recortes que tengan la misma anchura que la bancada. En el centro de uno de los extremos hacemos un rebaje para que encastre en la cuaderna y apoye en los soportes de la bancada. Unimos ambas piezas con un listón por medio de unos tirafondos. Después con la escuadra tomamos las medidas de las diferentes distancias que nos faltan anotándolas en su posición sobre la plantilla.
Luego solo tenemos que posicionar la plantilla sobre una de las tablas y revertir todas las distancias anotadas.
Podemos observar como queda trazada después de unir todos los puntos. Las lineas paralelas que se ven en el rebaje que se cortara para la bancada indica el bisel que tendrá la cara inferior para que apoye perfectamente contra la cuaderna.
Cortamos por las lineas y damos el rebaje al bisel. Comprobamos que asienta perfectamente.
Aquí se ven en posición dos de las bancadas. Solo nos queda por ajustar la de la cuaderna central.
Podemos observar como queda trazada después de unir todos los puntos. Las lineas paralelas que se ven en el rebaje que se cortara para la bancada indica el bisel que tendrá la cara inferior para que apoye perfectamente contra la cuaderna. 
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