18 de Junio de 2008

Seguimos trabajando en el interior. Vamos a colocar los soportes o durmientes sobre los que asentarán las tillas. La tilla es la base movible sobre la que caminaremos a lo largo de la embarcación. Ira colocada a unos diez centímetros por encima de la sobrequilla. Serán de contrachapado de ocho milímetros así que necesitaremos una base sobre las que asentarlas. A ambos lados de las cuadernas centrales hacemos unas marcas a nueve centímetros del fondo. Prolongamos estas marcas lateralmente hasta alcanzar el forro. Medimos la distancia y cortamos de un listón de cuatro por cuatro centímetros. Para cortar el ángulo colocamos la pieza centrada entre las marcas del forro. Como se aprecia abajo empleando un par de tacos suplementamos la distancia para obtener un ángulo paralelo al que deseamos obtener.
Tras preparar los seis refuerzos que apoyan contra las cuadernas centrales vamos a confeccionar también unos intermedios. Preparamos una plantilla que nos da la forma exacta en uve que tiene esta parte central. Para determinar su altura colocamos dos listones rectos apoyados sobre los laterales. Ahora solo queda encolar el travesaño del molde que se apoya contra los listones por su parte inferior.

Una vez seca la cola retiramos la plantilla y cortamos el sobrante que pudiera quedar en la parte superior. Estas piezas tendrán unos dos centímetros de grosor. Apoyando sobre una base la parte superior marcamos y cortamos su contorno.












También se recorta la parte inferior para que el agua que pudiera entrar debido al oleaje, esperemos que no sea mucha, pueda correr libremente bajo las tillas.
Cualquier pequeño desajuste que pudiera quedar se corrige rápidamente con un par de pasadas de cepillo. Redondeamos con lija los cantos y listo.






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