La distancia a recorrer es de unas dos millas. Nunca antes habíamos remado una distancia tan grande. En menos de una hora y sin apenas esfuerzo alcanzamos la isla. Las olas rompen contra las rocas y no queremos aproximarnos demasiado. Nos han comentado que hay un punto en el que podríamos desembarcar pero no queremos arriesgarnos.
Biteri se une a nosotros en el viaje de vuelta. Tenemos que remar unas tres millas hasta Sukarrieta. La marea esta subiendo y las olas rompen contra Laida, desde la distancia observamos la espuma. En lugar de entrar por la ría apuntamos directamente a la barra. Nuestra embarcación pasa entre varios surfistas que atónitos contemplan como, subidos a una ola de mas de un metro, planea hasta encallar en la arena. Descendemos, levantamos la embarcación y recorremos los veinte metros que nos separan de nuevo del agua. Cogemos nuevamente los remos y finalizamos el recorrido. Aun puedo recordar las caras de asombro de los surfistas.



No hay comentarios:
Publicar un comentario